Omar ibn Al-Jattab
Omar ibn Al-Jattab
Dijo el Mensajero de Dios (que la paz y la misericordia de Alá sean con él): "Ciertamente, Dios ha puesto la verdad en la lengua y en el corazón de Omar"-
Su nombre era Omar Ibn Al Jattab Ibn Nafil Ibn Abdul Uzza, estaba emparentado con el Profeta de Dios (que la paz y la misericordia de Alá sean con él) a través de Kaab Ibn Lua. Pertenecía a la tribu de Qoreish llamada Bani 'Ada.
Cuando Omar (que Alá esté complacido con él) abrazó al Islam, el Enviado de Dios (que la paz y la misericordia de Alá sean con él) lo apodó: "AL Faruq" (quien distingue el bien del mal, y la verdad, de la mentira) y el día de la batalla de Badr lo apodó: Abu Hafs (hijo del león)-
Nació Omar Ibn Al Jattab (que Alá esté complacido con él) trece años después del Profeta (que la paz y la misericordia de Alá sean con él) y vivió también trece años después de la muerte del Mensajero(que la paz y la misericordia de Alá sean con él), murió (como mártir) a los sesenta y tres años, tal la edad del Enviado (que la paz y la misericordia de Alá sean con él) y la de su compañero Abu Bakr (que Alá esté complacido con él), siendo sepultado junto a ellos.-
Desde pequeño le inculcaron la valentía, la pujanza, y la audacia. Fue un hombre fuerte que jamás temió de nadie, tal como lo describieron: - Si habla se hace escuchar, si camina lo hace rápidamente, y si golpea lastima
Omar
(que Alá
esté
complacido
con él)
fue
arrogante
durante su
incredulidad y
hombre
prominente en el
Islam.
La Islamización de Omar
Conocía
el Enviado de
Dios (que la
paz y la
misericordia
de Alá sean
con él)
la personalidad
de Omar (que
Alá esté
complacido
con él)
y la magnitud de
su fuerza, como
también, el
prestigio y la
influencia que
gozaba Abu Yahl
(Amru Ibn
Hisham). Por
esto pidió a
Dios,
Glorificado
sea,
que fortaleciera
al Islam con
quién más amara
de estos dos
hombres: Omar
Ibn Al Jattab o
Amru Ibn Hisham.
Y quiso Dios
socorrer al
Islam con el más
amado para Él:
Omar Ibn Al
Jattab (que
Alá esté
complacido
con
él)-
En una ocasión, salió Omar de su casa con su espada (siendo hasta entonces, uno de los enemigos más acérrimos del Islam), en dirección de Dar Al Arqam - casa, sobre la colina de Safa, en las inmediaciones de la Kaaba- donde se encontraba el Enviado (que la paz y la misericordia de Alá sean con él) y un grupo de sus compañeros, entre ellos: Hamsa, Alí y Abu Bakr, recordando y adorando a su Señor en secreto, temerosos del daño que pudieran causarles los incrédulos. En su camino encontró a Na'im Ibn Abdullah, quien observando la furia en su rostro, se acercó temeroso y le preguntó :
- ¿Hacia dónde te diriges Omar?
- En busca de aquel renegado que dividió a los Qureishíes e insultó a sus dioses, lo mataré
-Na'ím: - ¡Qué mísera será la obra que realizarás, Omar! –
-Omar: - ¿Acaso has renegado tú también? Si lo has hecho, juro por Al-lat y Al-Uzza (dos divinidades árabes pre-islámicas) que empezaré por ti –
-Na'ím:- Házlo Omar, pero debes saber que tu hermana Fátima Bint Al Jattab y su esposo Sa'id Ibn Zeid han abrazado al Islam, abandonando tu religión
Acrecentó esto, aún más su furia, y de inmediato cambió de dirección. Al llegar, a casa de su hermana, esta se encontraba con su esposo y con Jabbab Ibn Al Arat. Tenían en sus manos un pliego con aleyas del Corán, que recitaban y estudiaban. Al advertir su presencia, Jabbab se ocultó temeroso, mientras Fátima y su esposo lo recibían en la puerta, ocultando ella, los pliegos con las aleyas.-
- Dijo Omar: - ¿Qué es aquello que escuché? –
- Nada, solo una íntima discusión -.
- Omar: - escuché que habéis renegado de nuestra religión"…-
-
Dijo Sa'id:
- ¿Acaso
no
pensaste,
que la
verdad
puede
estar
fuera de
tu
religión?
-
Sin dejarlo
concluir, Omar
se abalanzó
sobre él,
derribándolo y
sentándose sobre
su pecho;
intentó su
hermana
acercarse para
defenderlo,
recibiendo un
golpe que hizo
sangrar su
rostro y
sollozando
gritó:
- ¡Oh, enemigo de Dios! Me golpeas por mi fe en el Dios único; lo que no había hecho hasta ahora lo haré en este momento, atestiguo que no hay otra divinidad salvo Dios y atestiguo que Muhammad es su Mensajero -.
Impresionaron
intensamente
estas palabras,
llenas de luz y
de fe, en el
corazón de
Omar. Cambió
incluso con ella
su tono de voz,
liberando
súbitamente a
Sa'id de su
incomoda
posición y
extendiendo su
mano hacia su
hermana le
dijo:
Acércame ese
pliego para ver
qué hay en él.
Esta
respondió:
-¡No! ¡No pueden tocar al Corán sino los purificados! Higienízate y purifícate -. Omar así lo hizo, regresó junto a su hermana y comenzó a leer el pliego que decía:
En el nombre de Dios, Clemente, Misericordioso
Ta,
Ha
No te hemos revelado el Corán para que te entristezca
Si no, como recuerdo para quien tiene temor de Dios
Como revelación de quien ha creado la tierra y los altos cielos
El Compasivo se ha instalado en el Trono
Suyo es lo que está en los cielos y en la tierra, entre ellos y bajo la tierra
No es preciso que te expreses en voz alta, pues Él conoce lo secreto y aún lo más recóndito
Dios!
No hay más
dios que Él.
Posee los
nombres más
bellos.
Sura
20:
Aleyas 1
a
8
Al
concluir su
lectura, tomó
Omar el pliego y
lo besó. Se
incorporó y
dijo: -
Cuanta
belleza
hay en
estas
palabras
y cuán
sublime
es su
mensaje...No
es
pertinente
que, a
quien
correspondan
estas
aleyas,
le sea
asociado
en su
adoración.....
Guiádme
ante
Muhammad!
.
Al escuchar estas palabras, Jabbab Ibn Al Arat (que Alá esté complacido con él) salió de su escondite y dirigiéndose a él, exclamó:
- Alégrate Omar, pues el ruego del Enviado de Dios por ti, fue respondido-.
Esto ocurrió en el quinto año de la revelación.-
Tomó
Omar (que
Alá esté
complacido
con él)
el camino hacia
la colina de
Safa donde se
encuentraba Dar
Al Arqam y allí,
frente al
Enviado de Dios
atestiguó:
"
No hay
más
divinidad
que Dios
y que
Muhammad
es su
Mensajero".-
Omar
el enemigo
acérrimo, se
convirtió en
Omar Al Faruq,
ingresándo a la
religión del
Islam. Los allí
presentes
exclamaron al
unísono: Aláu
Akbar (Dios es
el más grande),
hasta escucharse
esta invocación
en toda
Makka.
El Califato de Omar
Abu Bakr (que Alá esté complacido con él), el día de Saqifa, en que asumió el Califato, extendió su mano derecha a Omar, (que Alá esté complacido con él) diciéndole:
-¡Dame tu mano Omar (que Alá esté complacido con él) para jurarte fidelidad!
Él contestó: -A ti te juraremos fidelidad, pues eres mejor que yo -.
-Abu Bakr (que Alá esté complacido con él) respondió: - Tú eres más fuerte que yo -.
Omar (que Alá esté complacido con él) contestó: - Por cierto que mi fortaleza es para ayudarte.-
Al contraer Abu Bakr (que Alá esté complacido con él) la enfermedad que posteriormente lo llevaría a la muerte, reunió a algunos de los Sahabas más importantes y les consultó sobre el posible nombramiento de Omar (que Alá esté complacido con él) como Califa de los musulmanes. Todos aceptaron, razón que lo alegró enormemente.
Abu Bakr (que Alá esté complacido con él) comprometió a Omar (que Alá esté complacido con él) haciéndole firmar un pacto por el que asumiría el Califato luego de su muerte.
Así,
asumió Omar Ibn
Al Jattab
(que Alá
esté
complacido
con él)
sin desearlo, de
no haber sido
por su temor a
Dios y a ser
preguntado el
Día del Juicio
(por haberse
rehusado a
aceptar el
Califato), Omar
lo hubiese
rechazado y
huido de él.
Indicios acerca de la Grandeza de Omar (Dios se complazca de él)
Omar Ibn Al Jattab (que Alá esté complacido con él), el Emir de los creyentes, luego del Mensajero de Dios (que la paz y la misericordia de Alá sean con él) y de Abu Bakr (que Alá esté complacido con él), fue un personaje relevante por su conducta y personalidad.
Omar "Al Faruq" se educó bajo las enseñanzas del Profeta (que la paz y la misericordia de Alá sean con él). Cuando creyó en Dios y en su Mensajero lo hizo con la fe de los sabios piadosos.
Era temido hasta por el más fuerte, mostraba firmeza, audacia y severidad. En una ocasión, al encontrarse frente a la muerte, pidió a su hijo:
- ¡Oh, AbdAlá! Retira mi cabeza de la almohada y apóyala sobre la tierra, quizás así Dios, El Altísimo, se digne mirarme y tenga compasión por mí -.
Y le encomendó: Dirígete a Aisha (que Alá esté complacido con él) madre de los creyentes, y preséntale los saludos en nombre de Omar (que Alá esté complacido con él), no menciones "El emir de los creyentes", pues a partir de hoy ya no lo soy. Dile que Omar Ibn Al Jattab pide su permiso para ser sepultado junto a sus dos compañeros, el Profeta Muhammmad (que la paz y la misericordia de Alá sean con él) y Abu Bakr (que Alá esté complacido con él).
Transmitió AbdAlá (que Alá esté complacido con él) el pedido de su padre a Aisha (que Alá esté complacido con él), ella contestó:
Había reservado este lugar para mí, pero hoy prefiero que Omar (que Alá esté complacido con él) lo ocupe.-
Al
regresar ante su
padre, AbdAlá
(que Alá
esté
complacido
con él)
manifestó lo
dicho por
Aisha (que
Alá esté
complacido
con él)
diciéndole:
-¡Oh Emir de los creyentes!, será como tú lo deseas, ella otorga su permiso
-Exclamó Omar (que Alá esté complacido con él):
-¡Glorificado sea Dios! No deseaba nada más que esto.-
Luego, indicó a su hijo que tras su muerte, volviera a asegurarse del consentimiento de Aisha (que Alá esté complacido con él).
AbdAlá (que Alá esté complacido con él) así lo hizo, y el Califa Omar Ibn Al Jattab (que Alá esté complacido con él) fue sepultado junto a ellos dos.-
Al encontrarse con algún niño en las calles de Medina, tomando sus manos les decía:
- Ruega a Dios por mí, pues tú, todavía no tienes pecados -.
Decía esto, pues según la fe islámica, todos los niños nacen en estado de pureza (Fitra), y no tienen pecados heredados de sus antepasados.
Por
todo esto Omar
(que Alá
esté
complacido
con él),
quien se
consideraba una
persona con gran
cantidad de
faltas, debido a
su
responsabilidad
por conducir la
nación islámica,
pedía de los
niños, que
rogasen a Dios
por él.
No poseo más que esta camisa ...
Se retrasó Omar Ibn Al Jattab (que Alá esté complacido con él) un día viernes al sermón (jutba) que debía pronunciar ante los fieles. Al llegar, lo hizo apresurado vistiendo una capa con muchos remiendos, llevando debajo, una túnica todavía húmeda. Al subir al mimbar, se disculpó ante los fieles diciendo:
- Me retuvo esta camisa, pues debí aguardar que se secara, ya que otra no poseo.-.
Omar
cuida de
los
huéspedes
de
medina y
se
conmueve
por el
llanto
de un
niño
Arribaron a Medina, comerciantes que acamparon en las inmediaciones de la ciudad. Al saber de su presencia, salió Omar Ibn Al Jattab y Abdur Rahman Ibn Auf (que Alá esté complacido con él) a recibirlos. Al llegar muy tarde, observaron a sus integrantes dormidos, por lo que escogieron un lugar para descansar.
Dijo Omar (que Alá esté complacido con él):
·
Pasaremos
el resto de
la noche
aquí,
velando por
nuestros
huéspedes.
Al escuchar el
llanto de un
niño, Omar
(que Alá
esté
complacido
con él)
se dirigió
presuroso,
temeroso que su
llanto
despertase a los
huéspedes.
Al
acercarse le
dijo a su
madre:
-
Teme a Dios,
y amamanta a
tu niño
-
. Regresó a su
lugar, pero
nuevamente el
pequeño comenzó
a llorar,
retornó y dijo
otra vez a su
madre:
-
Te dije
que
temas a
Dios y
amamantes
a tu
niño
-
· Una vez más retornó a su sitio y, sin siquiera acomodarse, el llanto del niño volvió a estremecerlo. Se dirigió Omar (que Alá esté complacido con él) entonces hacia la madre y le dijo:
-¡Ay
de ti! No
veo, sino
una pésima
madre. ¿Qué
tiene tu
hijo?
Dijo
ella, sin saber
que hablaba con
el Califa:
-¡Oh
siervo
de Dios!
Me has
ofendido.
Yo trato
de
destetar
a mi
hijo,
pero él
se
niega-.
- Omar:
- ¿Y
por qué
lo
destetas?
-.
- Ella contestó:
- El
Califa
no
subvenciona
sino a
niños
destetados.
(En
aquella época
los Califas
asignaban una
cantidad de
alimentos en
forma mensual o
semanal a cada
familia humilde,
según el número
de niños
destetados que
tuviesen). Estos
bienes eran
tomados del
Tesoro Común de
los musulmanes
(Baitul Mal)
originados por
la contribución
social, -el
zakat-, y de
donaciones
voluntarias
-
- Omar
respondió
- ¿Y
cuál es
su edad?
-.
-
Solo
tiene
algunos
meses
-.
-¡No
lo
hagas!,
clamó Omar -
Relató
Abdur Rahman Ibn
Auf (que Alá
esté
complacido
con él)
que Omar dirigió
la oración del
alba, no
pudiendo,
quienes orábamos
detrás de él,
entender que
recitaba debido
a su llanto. Al
culminar les
dijo:
-
¡Que
desgracia
la mía!
Cuántos
niños
musulmanes
habrán
muerto
-
Inmediatamente
ordenó que se
informase por
las calles de
Medina:
-
"No
destetéis
a
vuestros
niños,
pues
subvencionaremos
con los
bienes
del
Tesoro
Común a
todo
hijo de
musulman"
-.
Y
ordenó la misma
proclama, para
todas las
provincias de la
nación
Islámica
Ejemplo del respeto por la libre expresión
En una ocasión el Califa, subió al mimbar para dirigirse a los musulmanes, e informarles sobre un asunto de suma importancia. Comenzó su sermón (jutba) diciendo: - Alabado sea Dios, la paz y las bendiciones de Dios sean con su siervo y Mensajero. ¡Escuchad!, Dios sea misericordioso con vosotros.
Uno de los musulmanes presentes interrumpió sus palabras diciendo:
¡Por Dios que no escucharemos nada de ti!-
Entonces Omar (que Alá esté complacido con él) preguntó: - ¿Por qué no me escucharán?
Respondió el hombre:
- Porque te has otorgado privilegios por sobre nosotros en esta vida. Nos diste a cada uno una capa, y en cambio tú tomaste dos.-
- Mirando Omar (que Alá esté complacido con él) a los musulmanes, dijo: ¿Dónde se encuentra mi hijo AbdAlá?
Este, se puso de pie y respondió: - ¡Aquí estoy! Emir de los creyentes.
-Omar: - ¿Quién ha tomado la segunda capa? –
-AbdAlá: - ¡Yo! Oh, Emir de los creyentes –
Dirigiéndose Omar (que Alá esté complacido con él) al hombre disconforme y a los musulmanes, les dijo:
-
Saben
ustedes que
soy un
hombre alto
y de talla
grande, sin
embargo me
ha tocado
una capa
corta, por
lo que mi
hijo AbdAlá,
me ha dado
la suya y
con ella,
alargué la
mía
-
Entonces el
hombre
dijo:
-
¡Alabado sea
Dios, ahora
te
escuchamos
oh, Emir de
los
creyentes!.
Un ejemplo de la verdad y la justicia
Cierta
vez, Omar dijo a
Al Abbas
(que Alá
esté
complacido
con
él),
tío del Profeta
(que la paz
y la
misericordia
de Alá sean
con
él): -
Escuché decir al
enviado de Dios
(que la paz
y la
misericordia
de Alá sean
con él)
antes de su
muerte, que
deseaba ampliar
la mezquita, y
por cierto que
tu casa está muy
próxima a ella.
Entréganos tu
casa y con ella
ampliaremos la
mezquita; te
daremos a
cambio, otra más
amplia -
Al
Abbas (que
Alá esté
complacido
con él)
contestó:
- No
lo haré
-.
- Entonces la expropiaré, dijo Omar -.
- Al Abbas (que Alá esté complacido con él): - No tienes ese derecho, nombra a alguien que arbitre entre nosotros con la verdad-
- Omar: - ¿A quién eliges? -.
- Respondió Al Abbas: - A Hudeifa Ibn Al Iamán (que Alá esté complacido con él) (conocido sabio entre los Sahabas)-.
Ambos
se dirigieron
hacia Hudeifa
(que Alá
esté
complacido
con
él),
y relataron la
discrepancia que
existía entre
ambos. Luego de
escuchar
atentamente sus
alegatos
dijo:
Escuché
que el
Profeta
de Dios
David
(que la
paz y la
misericordia
de Alá
sean con
él)
quiso
ampliar
la
mezquita
de
Jerusalén
(Baitul
Maqdis),
encontrando
cerca de
ella una
casa que
pertenecía
a un
huérfano.
Al
solicitársela,
éste se
negó,
por lo
que
David(que
la paz y
la
misericordia
de Alá
sean con
él)
decidió
tomarla
por la
fuerza,
entonces
Dios El
Altísimo,
le
reveló:
"Por
cierto
que la
casa más
distanciada
de la
injusticia,
debe ser
la casa
de
Dios"...
David
(que la paz
y la
misericordia
de Alá sean
con él)
devolvió la casa
a su dueño -
Dirigió Al Abbas
(que Alá
esté
complacido
con él)
su mirada hacia
Omar (que
Alá esté
complacido
con él)
y
dijo:
- ¿Todavía quieres tomar mi casa por la fuerza? –
- Dijo Omar: - ¡No! –
- Contestó Al Abbas: - Entonces, te daré mi casa para que amplíes la mezquita del Mensajero de Dios (que la paz y la misericordia de Alá sean con él) –
Con este ejemplo y con su actitud, quiso Al Abbas (que Alá esté complacido con él) demostrar al Califa Omar (que Alá esté complacido con él) sus límites como gobernante.-
Desde cuándo esclavizáis a los hombres, puesto que sus madres los trajeron libres a este mundo?.
Preguntó un joven egipcio a Omar (que Alá esté complacido con él): ¡Oh, Emir de los creyentes! ¿Es este un buen sitio para buscar tu amparo?
De inmediato Omar (que Alá esté complacido con él) lo interrogó acerca de su inquietud. Supo que Muhammad Ibn Amer Ibn Al As (hijo del libertador y gobernador de Egipto) después de haber perdido una competencia frente a él, al castigarlo le dijo:
¡Toma! Pues soy el hijo del hombre más respetado -.
Al oír esto, Omar (que Alá esté complacido con él) ordenó a un emisario llamar a Amer Ibn Al As y a su hijo Muhammad. Frente a ellos exclamó:
-¿Dónde está el joven egipcio?
- ¡Estoy aquí! Emir de los creyentes, respondió.
- Dijo Omar: - Toma esta vara y golpea al hijo del hombre más respetado - .
- Golpeó el egipcio a Muhammad, hasta hacerlo sangrar.
- Repitió Omar (que Alá esté complacido con él):
- Pégale al hijo del hombre más respetado, y agregó:
- ¡Golpea también la cabeza calva de Amer, pues, por Dios! Te golpeó valiéndose de la autoridad de él -.
- Contestó el joven:- ¡Por Dios! Emir de los creyentes, ya obtuve mi derecho, golpeé a quien me había golpeado –
- Dijo Omar: Si le golpearas más, nadie te lo impediría, hasta que fueras tú el que dejara de hacerlo –
Dirigiéndose
a Amer Ibn Al
As, le
dijo:
-
Desde
cuándo
esclavizáis
a los
hombres,
puesto
que sus
madres
los
trajeron
libres a
este
mundo.
Los pecados del ejército son más peligrosos que vuestros enemigos
Escribió Omar (que Alá esté complacido con él) a su Compañero, Sa'ad Ibn Abi Uaqqas (que Alá esté complacido con él) y a quienes se encontraban con él formando parte del ejército que luchaba en Irak - Por cierto que ordeno a tus soldados y a ti, ser temerosos de Dios, por encima de cualquier situación, pues el temor a Dios es la mejor arma contra los enemigos y la estrategia más poderosa. Les ordeno, el cuidado extremo de no cometer pecados, y de estar prevenidos de vuestros enemigos. Por cierto que los pecados del ejército son más peligrosos para vosotros que el enemigo (pues estos pecados los llevan a perder el favor y protección de Dios, Todopoderoso). Ciertamente los musulmanes vencen, por la desobediencia a Dios que cometen sus enemigos, de no ser por esto, no seríamos superiores a ellos, pues nuestras fuerzas son menores.
Y si nos igualamos en la desobediencia a Dios, ellos nos superan en número de combatientes y variedad de armamentos.
Si no vencemos por la ayuda y protección divina, no lograremos vencerlos con nuestro poderío.
Sabed que, junto a vosotros se encuentran los ángeles (*) de Dios que registran cuánto hagáis, tened vergüenza de ellos y no desobedezcáis a Dios, pues estáis en Su causa-
Compartió con el Mensajero de Dios muchas batallas, como las de Badr, Uhud y Hunein. En Badr, tras una victoria contundente; el Profeta le consultó que hacer con los prisioneros, Omar (que Alá esté complacido con él) contestó: Te han combatido y te han expulsado, debes deshacerte de ellos'.-
Contestó el Mensajero, tú eres como el Profeta Noe (que la paz y la misericordia de Alá sean con él) quién dijo: "Señor mío, no dejes sobre la tierra rastros de los incrédulos. Si tú los dejas confundirán a tu pueblo y no engendrarán más que libertinos e incrédulos" Sura 71, aleya 26-27.-
Combatió Omar (que Alá esté complacido con él) hombro con hombro en la batalla de Uhud junto al Mensajero (que la paz y la misericordia de Alá sean con él), protegiéndolo en una ocasión con su cuerpo y escudo ante un ataque enemigo.-
Estableció la "era de la Hégira" (considerado este calendario, uno de los mayores acontecimientos islámicos, pues indica el comienzo de la emigración del Mensajero a Medina)
Fueron muchas las concordancias entre las revelaciones del Sagrado Corán y las inquietudes de Omar (que Alá esté complacido con él), por ejemplo: La prohibición de bebidas alcohólicas, la de los prisioneros de guerra, etc.
(*) Entre los pilares de la Fe, se encuentra la creencia en los ángeles, quienes fueron creados de luz, sin conocer los humanos su fisonomía real, Ellos desempeñan la más variada gama de funciones para lo que fueron creado por el Todopoderoso, entre ellos el ángel de la muerte, el ángel Gabriel que es el encargado de transmitir la revelación a los Profetas de Dios, y los dos ángeles escribas, que Dios destinó al ser humano (uno ubicado a su derecha, quien registra las buenas obras y otro a la izquierda para registrar sus pecados; a estos dos últimos, hizo Omar alusión, al dirigirse a los hombres de su ejercito para que recordasen su presencia.-
Que la misericordia de Dios, sea con Omar
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